No sé qué tiene el mes de septiembre que recoge más quejas que ningún otro. Parece que todo lo bueno se acaba, las vacaciones y el cachondeo, y que empieza lo malo, el curso, el trabajo, el despertador por las mañanas y todo lo que eso conlleva. Y como os habréis dado cuenta, hay gente que es especialmente buena quejándose. Todo está mal para ellos y todo es culpa de los demás. "Todo es una mierda" llegan a decir cuando se les pregunta porqué protestan tanto, y si no se les calla la boca pronto empiezan a hacer una lista de todos los responsables de su malestar: los políticos, el jefe, el maestro que me tiene manía, el hermano que es un mimao o el tráfico. Porque para ser muy bueno quejándose no hace falta ser muy mayor ni llevar mucho tiempo practicando, basta con tener alguien al lado que lo haga con frecuencia y se le imite. Es algo que se aprende pronto y se contagia con más rapidez que algunos de los peores virus. La queja permanente es un mal que afecta a personas de todas las edades, así que no os preocupéis si veis que estáis "infectados": hay quejicas ricos, quejicas pobres, quejicas altos, bajos, guapos y menos guapos, listos y menos listos. Pero tiene cura.
Empezar el curso quejándose, sea uno profesor o alumno, tiene pocas cosas buenas. Entre ellas que se hacen los días más largos, las clases interminables y las asignaturas más aburridas de lo que normalmente son ;-)
Por eso, aunque sé el trabajo que cuesta, os animo a que al inicio del curso dejéis la queja fuera, la soltéis antes de entrar y nos encontremos libres de ese lastre que nos impide ver las cosas como son. Después, si os damos motivos para protestar, adelante.
Por mi parte, me comprometo a daros pocos motivos para que os vayáis de clase "soltando pestes" por la boca. Y os adelanto que habrá algunas novedades que, si la cosa sale bien, nos harán poder estar más tiempo haciendo lo que más os gusta: jugar y practicar deportes en el pabellón, las pistas y los alrededores del centro.
Usaremos con más frecuencia las nuevas tecnologías para tratar los aspectos más teóricos y pasar menos tiempo en el aula, evaluaremos algunos conocimientos de forma diferente con nuevas herramientas digitales e interactuaremos en grupos de trabajo online que nos harán soltar buenas carcajadas. Id poniendo la conexión de internet en casa a punto. Y si no es posible, aseguraos de que en la biblioteca o centro social tenéis conexión disponible.
Ánimo, sé que no sois unos quejicas y que lo vais a hacer muy bien.
Y para demostrar que no lo sois, espero vuestros comentarios. Los podéis hacer aquí en el blog y en Twitter utilizando los hashtag #alumnosppaa y #paranoserunquejica voy a...
Este es el mío: #paranoserunquejica voy a planificar nuevas actividades que no hayamos hecho nunca en clase.
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