jueves, 2 de junio de 2016

"Maestro, tienes que ser más severo"

En los últimos días algunos alumnos me lo han dejado claro: soy poco severo, poco estricto en mis clases. Muchos de ellos coinciden en que esa es la causa de muchos de los problemas que surgen tanto durante el desarrollo de las sesiones como de los relacionados con los plazos de entrega de trabajos, entradas en los blogs de los alumnos y otras tareas.

eduardoareyo.blogspot.com ;-)

Hay veces en las que todo debe detenerse, si es que esto es posible, para volver revisar las bases del contrato. Cuando jugaba al golf y el swing se me extraviaba, era conveniente volver al los conceptos básicos: stand y grip. De la misma manera, cuando las clases se me extravían debo parar para recordar, revisar y renegociar lo que, para mí, estaba bastante claro desde el principio aunque para algunos alumnos parece que no tanto. La cosa es que el final del curso se acerca y, a mi pesar, en breve deberé sentarme a calificar y a soltar números que concentren y condensen lo que durante estos meses los alumnos han dado de sí. Vienen las prisas, las mías y las de ellos, por poner los puntos que faltan sobre las íes que no se encuentran. 

El cambio metodológico que modestamente inicié hace un par de cursos no está viniendo libre de conflictos. Conflictos que a veces son de ideas y otras veces de procedimiento. Ese cambio, inspirado en el modelo ABP y algo menos en el enfoque Flipped Classroom, persigue cuatro objetivos principales:
  • Ganar tiempo de práctica real durante las dos horas de clase semanal.
  • Dar más flexibilidad y autonomía a la hora de que los alumnos demuestren lo que hacen y lo que aprenden. Para este objetivo el blog del alumno es la herramienta básica.
  • Vincular lo aprendido a la vida real de los alumnos.
  • No hacerles perder su tiempo realizando tareas o estudiando contenidos "sin sentido" para volcarlos en un examen.

Durante estas últimas clases en las que hemos reflexionado juntos, con voces altas en algunas ocasiones, hay un claro apoyo a este modelo por parte de los alumnos que han dedicado tiempo a ello. No son todos, por supuesto. Si tuvieran que elegir entre el modelo anterior y éste no tendrían ninguna duda y optarían por el nuevo. Reconocen que aprenden más aunque a veces les cueste más trabajo. El problema surge con alumnos que culpan al cambio de modelo de su escasa implicación. A estos alumno "no he llegado ni creo que llegue". Reconocen que no hacen nada porque prefieren apuntes-explicación-deberes-examen y yo les pregunto, me pregunto, hasta qué punto debo replantearme la cuestión metodológica. 

En otro post dije que para experimentar con nuevas propuestas, para idear nuevas experiencias de aprendizaje, es necesario relajar la exigencia para con los que soportan, de manera forzosa, el experimento. Y por lo visto yo me he relajado algo más de lo que hubiera debido. Comparto con ellos información diaria, grupo de whatsapp incluído, y periódicamente un documento en el que aparecen todas las prácticas y trabajos que hemos realizado durante el curso, con observaciones sobre las mejoras que deben hacer y con las que aún no se han realizado. 

Entiendo que es algo que tiene que ver con esa evaluación formativa que tan poco había utilizado con anterioridad. A continuación pongo nuevos plazos que vuelven, a veces mayoritariamente, a incumplir. En cada rúbrica que les entrego hago hincapié en la importancia del proceso, de la consulta de dudas y de la construcción y elaboración  progresiva del "producto" que haya que realizar. Pero no están acostumbrados a ello. Se pierden en ausencia de plazos claros y consignas que, aunque odiadas, marcan un camino uniforme y nítido que les lleva al día del examen y, con suerte, a aprobarlo. En ausencia de ese examen y en presencia de un tiempo que les exige organización, colaboración, reflexión, redacción y diseño de materiales, la conclusión que sacan es que el modelo planteado es peor que el anterior. 

¿Tienen razón? Antes de dársela, y de rendirme, voy a fiarme de los que vienen trabajando (y aprendiendo más) y me recomiendan que sea más severo, que cumpla los plazos que pongo y que no me deje "torear" por lo que de una u otra manera tienen claro que "no van a hacer nada".  Así que sin perder la cercanía y el trato afectuoso que tengo con todos mis alumnos, voy a ser voluntariamente más estricto. Aunque me cueste trabajo.



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