Estoy contento. Inquieto pero contento. El otro día contaba que en Córdoba, durante el trabajo en grupo del #eabe15, me sorprendí reunido
con compañeros improvisados diseñando un pequeño proyecto potencialmente
aplicable en cada uno de nuestros centros. Aprovechando el impulso, el empujoncito que ese encuentro nos dio a los que allí estuvimos, y de la mano de Ernesto (compañero y profesor de CCNN), me animé a invitar al resto de compañeros del centro a una pequeña reunión para hablar de un posible diseño para el próximo curso de algún proyecto común en el que pudieran verse afectadas algunas materias.
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Algo sencillo, no muy ambicioso en principio, que mediante la práctica real con alumnos nos permita acercarnos a estos nuevos planteamientos metodológicos que se están llevando a cabo cada vez más en más colegios e institutos. Asistimos ocho profesores de un total de veinte, incluidos los tres miembros del equipo directivo. Para los "convocantes" su asistencia fue una enorme alegría. Al menos para mí, vernos allí reunidos de forma voluntaria compartiendo impresiones quiso decir que estamos dispuestos a plantearnos que existen otras formas de dar clase y de interactuar con nuestros alumnos, aunque no sustituyan por completo a las más tradicionales. Dispuestos, por qué no, a seguir haciendo lo que esté en nuestra mano.
No hace falta decir que sabemos bien poco sobre cómo plantearlo. Tampoco es necesario recordar que, por mucho que se empeñen los teóricos que nunca pisan un aula, no hay varitas mágicas que conviertan nuestras clases en paraísos docentes. Tenemos ejemplos que, gracias a la generosidad de quienes los comparten, nos pueden servir de guía. La semilla está plantada. Veremos qué sale. De momento, para familiarizarnos con lo que puede ser una nueva forma de plantearnos nuestra actividad docente, algunos de nosotros vamos a realizar el Mooc "Aprendizaje basado en proyectos" del INTEF.
Ya contaremos.
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